Examinando por Autor "Solano Barquero, Melissa"
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Ítem Prevalencia de parasitosis en niños de 1 a 7 años en condición de vulnerabilidad en la Región Central Sur de Costa Rica(Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, 2018-06) Solano Barquero, Melissa; Montero Salguero, Adrian; León Alán, Dennis; Santamaría Ulloa, Carolina; Mora, Ana M.; Reyes Lizano, LilianaObjetivo: Actualizar la información sobre la prevalencia de parasitosis en niños en Costa Rica y la relación de esta con factores socioeconómicos. Metodología: se realizó un estudio para determinar la prevalencia de parásitos y comensales intestinales en niños de 1-7 años, de 13 centros que cuentan con dos modalidades de programas de alimentación. A los padres se les administró un cuestionario estructurado (n=2514; 96,8% de los padres invitados a participar accedieron). Se recolectaron muestras de heces de los niños (n=1368, 54,0%), que fueron analizadas por frotis directo y montaje de Kato. Se corrieron pruebas de chi cuadrado, se calcularon las razones de probabilidades (OR) y se realizó un modelo de regresión logística binaria para examinar las asociaciones entre las características socioeconómicas de las familias de los niños y su probabilidad de desarrollar parasitosis. Resultados: la prevalencia de protozoarios comensales, protozoarios patógenos, helmintos o una combinación de los anteriores (CPH) fue del 24,1% (IC 95%: 21,9-26,4). La prevalencia de parásitos patógenos y la de helmintiasis fue del 8,5% (IC 95%: 7,5-10,5) y 0,7% (IC 95%: 0,1- 1,5), respectivamente. El protozoario patógeno más frecuente fue Giardia intestinalis (8,0%), el comensal fue Endolimax nana (7,7%) y el helminto fue Ascaris lumbricoides (0,4%). No se observaron diferencias significativas en la prevalencia de CPH o parasitosis según sexo o programa de alimentación. Las prevalencias más altas de CPH y parasitosis se observaron en La Uruca (46,9% y 17,2%, respectivamente) y las más bajas en Paso Ancho (7,7% y 0%, respectivamente). Tener una edad >5 años, vivir en una casa con paredes construidas con material de desecho o zinc, habitar en una vivienda no adecuada (i.e., vivienda indígena, cuarto en cuartería, tugurio, casa móvil, pensión o convento) y tener una familia con más de 4 miembros, fueron identificados como posibles factores de riesgo para CPH. Conclusiones: la prevalencia de comensales, patógenos, helmintos encontrada en este estudio fue menor a la observada en la última Encuesta Nacional de Nutrición de Costa Rica (32,6%), realizada en 2008-2009. Sin embargo, el estudio muestra que existen condiciones permisivas para la trasmisión de enteroparásitos, y que resulta necesario darle seguimiento a las medidas preventivas y de tratamiento de las parasitosis.Ítem Relación entre la presencia de colifagos en agua para consumo humano, las lluvias y las diarreas agudas en Costa Rica(Asociación Costarricense de Salud Pública, 2015-12) Chacón Jiménez, Luz; Solano Barquero, Melissa; Barrantes Jiménez, Kenia; Valiente Álvarez, Carmen; Mora Alavarado, Darner; Reyes Lizano, Liliana; Achí Araya, RosarioLa calidad del agua de consumo es una de las preocupaciones más grandes a las que se enfrentan los entes de salud. En Costa Rica, a pesar de la buena calidad de las fuentes de agua y del agua de consumo, se siguen registrando numerosos casos de diarrea anualmente. En este estudio se realizó un análisis de indicadores de contaminación virales y bacterianos, en dos comunidades del Valle Central con acueducto propio. Se analizaron en total 24 muestras de agua por cada comunidad, durante un año, 12 en la fuente de agua y 12 en el agua tratada. La frecuencia de diarreas en cada comunidad fue comparada con la calidad microbiológica del agua consumida, encontrándose ausencia de indicadores bacterianos en muestras de agua tratada, mientras que la presencia de indicadores virales en el agua de consumo (con cloro residual) se relaciona con un incremento en el número de casos de diarreas, adicionalmente se analizó el comportamiento de las diarreas de acuerdo a la precipitación promedio con el fin de observar posibles patrones de estacionalidad. Estos hallazgos respaldan la necesidad de ampliar el monitoreo de calidad microbiológica del agua con otro tipo de indicadores de contaminación que correlacionen mejor con otros agentes patógenos de transmisión hídrica, principalmente en época seca, periodo en que se observan más casos de diarrea.