El Sistema de Salud Uruguayo: Un ejemplo que puede salvar a la Caja Costarricense de Seguro Social
Abstract
La viabilidad financiera de nuestro exitoso sistema socializado de prestaciones de servicios de salud está amenazada por varios factores que necesitan ser afrontados y corregidos de manera urgente: la politización onerosa de las decisiones meramente técnicas, la falta de profesionalismo –y por ende decisiones erradas o falta de interés- en múltiples niveles, la presión de los gremios institucionales
(dentro de los cuales estamos nosotros los médicos) que en ocasiones defienden sus privilegios contra el interés general (por ejemplo, el tema de las incapacidades), el envejecimiento de la población,
el incremento de los costos y complejidad de los medicamentos y otras técnicas médicas terapéuticas, entre otros1,2, conforman grandes retos que a la fecha, poco o nada se ha hecho a nivel político
para resolverlos. Aunque se han abordado solo algunas de estas amenazas a nivel periodístico y legislativo, el que más acapara los titulares es la medicina de alto costo y complejidad, dado que es
la más fácil de achacar a factores externos tales como los intereses de la industria farmacéutica o de las corporaciones fabricantes de aparatos tecnológicos, que por supuesto, ejercen una enorme presión
financiera sobre todos los sistemas de salud del mundo.