Economía del tabaco
Abstract
La ciencia ha demostrado inequívocamente que el consumo de tabaco y la exposición al humo de este, son causa de mortalidad, morbilidad y discapacidad y representan un riesgo inminente para la salud pública a nivel mundial. Muchos gobiernos dudan en adoptar medidas legales y políticas necesarias para disminuir el consumo de tabaco, por temor a las consecuencias económicas negativas que tales medidas podrían implicar. La producción, exportación e importación de tabaco
son una parte ínfima de la economía costarricense. El control estricto del tabaco no produciría una pérdida neta de empleos; la teoría económica dicta que se verificaría un cambio en los patrones de consumo, el cual implicaría un aumento de empleos en otras áreas de la economía nacional. Existe evidencia de países de alto, mediano y bajo ingreso, que demuestra que el aumento del precio de los cigarrillos por medio del incremento de impuestos induce a la disminución en el consumo y previene el inicio del fumado, especialmente en la población joven. Además, se genera un aumento en ingresos fiscales como consecuencia de los impuestos. La evidencia prueba que el contrabando de tabaco está íntimamente relacionado con el nivel de corrupción existente en el país, por eso con el aumento o disminución de impuestos, los cambios en el contrabando no son significativos. Hay evidencia de que no existen pérdidas económicas por ventas, ni disminución en empleos en hoteles, bares y restaurantes, al implementar la ley de espacios 100% libres de humo.
Sound medical evidence testifies that tobacco use and inhaling “secondhand” smoke from cigarettes raises the risk of morbidity, mortality and disability. Tobacco use is a major worldwide public health issue. Many countries still hesitate to act decisively to reduce tobacco, because they are concerned that the harm caused by tobacco may be offset by the economic benefits that the country derives from tobacco. The production, export and import of tobacco and tobacco products make up an
insignificant part of Costa Rica’s economy. The concern that tobacco controls will cause permanent job losses in an economy is not the case in most countries. Falling demand for tobacco does not mean a fall in a country’s total employment level. Money that smokers once spent on cigarettes would instead be spent on other goods and services, generating other jobs. Evidence from countries of all income levels shows that price increases on cigarettes are highly effective in reducing demand.
Higher taxes induce some smokers to quit and prevent other individuals from starting, especially young citizens. Another concern is that higher taxes will lead to massive increases in smuggling but the evidence shows that, even where smuggling occurs at high rates, tax increases bring greater revenues and reduce consumption.Smuggling is directly associated with the corruption level of each country.Experience in high and middle-income countries shows that strict tobacco control with
smoke free policies do not have a negative economic impact in the hospitality industry both in net economic gains and employment levels.