El consumo de sustancias psicoactivas en la sociedad costarricense se visualiza como un problema de salud pública que presenta una serie de repercusiones a nivel individual, familiar, laboral y social. Además, el uso de estas sustancias, el consumo problemático y la dependencia, propician el análisis de diversas variables, entre las cuales se destaca la frecuencia y cantidad de la sustancia consumida, así como la edad de inicio en el consumo. Estas variables están relacionadas con la persistencia del problema a lo largo del tiempo. Para el año 2022, correspondió la realización de la VII encuesta sobre consumo de sustancias psicoactivas en población de 12 a 70 años, con una muestra de aproximadamente 16.059 personas residentes en hogares del país.