Apuntes sobre la historia de la cirugía cardiaca en Costa Rica
Abstract
La historia de la cirugía cardiaca en Costa Rica, señala tres fechas fundamentales de las que por azares del destino he sido testigo directo o indirecto. 1 de Mayo de 1917. Primera sutura de una herida del corazón en Costa Rica. El 9 de setiembre de 1896 el alemán Ludwig Rehn, sutura con éxito una herida del corazón de un jardinero de 22 años, esa fecha es reconocida en todo el mundo como el inicio de la cirugía cardiaca, acabando así con el mito de la inviolabilidad quirúrgica de ese órgano y borrando la frase del influyente cirujano Theodore Billroth: “El cirujano que trate de suturar una herida del corazón, perderá el respeto de sus colegas”.
Doce años después, el joven alajuelense Julio Aguilar Soto se graduaba como médico en la prestigiosa universidad de Tulane en Louisiana, habiendo recibido entrenamiento en cirugía de torax con el Dr. Rudolph Matas, histórico pionero en ese campo. Pronto formaría parte de un distinguido grupo de cirujanos que hacían verdaderos prodigios en el Hospital San Juan de Dios, como el que ocurrió el primero de mayo de 1917 y al que el Dr. Aguilar Soto evitaba referirse, de acuerdo a su personalidad de sólidos conocimientos científicos, pero ajeno a los elogios y reconocimientos externos, soy testigo de ello, ya que gracias a un parentesco familiar lo pude conocer y departir con él varias veces allá por los años 60.
The history of cardiac surgery in Costa Rica has three fundamental dates, which I have been able to witness due to a twist of fate. 1 May 1917. First suture of a heart wound in Costa Rica.
On 9 September 1896 the German, Ludwig Rehn, performed a successful suture of a heart wound in a 22-year old gardener. This date is recognized worldwide as the inauguration of heart surgery, thus ending the myth of surgical inviolability of such organ and erasing the announcement made by the influential surgeon Theodore Billroth, “The surgeon who should attempt to suture a wound of the heart would lose the respect of his colleagues.” Twelve years later, the young Julio Aguilar Soto, from the province of Alajuela, graduated as a physician from prestigious Tulane University in Louisiana, after training in chest surgery with Rudolph Matas, a pioneer in this field. He would soon form part of a distinguished group of surgeons who performed true wonders at the San Juan de Dios Hospital, such as the one concluded on 1 May 1917. Dr. Aguilar Soto avoided talking about this case, due to his reluctance to being praised, despite his solid scientific knowledge. I witnessed this because we had family ties, thus I got to know and share with him a few times back in the 60s.