dc.description.abstract | La presión arterial alta es una de las principales causas modificables de muerte prematura y uno de los objetivos mundiales para la prevención de las enfermedades no transmisibles. La hipertensión, junto con la prehipertensión y otras presiones arteriales peligrosamente altas, es responsable de 8,5 millones de muertes por accidente cerebrovascular, cardiopatía isquémica, otras enfermedades vasculares y enfermedad renal en todo el mundo. La hipertensión se puede detectar en la comunidad y en los centros de atención primaria, y hay varios medicamentos efectivos disponibles a un costo bastante bajo para tratar a los pacientes con esta patología y reducir el riesgo de sus secuelas. Actualmente, muchas iniciativas y programas mundiales, regionales y nacionales tienen como objetivo mejorar la cobertura efectiva del tratamiento para los pacientes con hipertensión (3). Algunos países, como Canadá, Costa Rica, Corea del Sur y Taiwán, han logrado una baja prevalencia de la hipertensión o un alto control, mediante la optimización de los procesos de prevención y el mejoramiento de cada etapa de la cascada de tratamiento. Para lograr una alta cobertura efectiva, el seguro de salud universal ha sido fundamental; sin embargo, este debe complementarse con el fortalecimiento de la atención primaria, directrices de hipertensión basadas en la evidencia, actualizadas y adaptadas a los contextos del país; así como la capacitación del personal de salud y un sistema sólido de adquisición y distribución de medicamentos | es_ES |