Memoria institucional 2021
Abstract
Desde aquel inicio del año 2020, el acontecer de la Caja estaría marcado por una labor intensa porque nuestra institución se colocó al frente de la batalla contra ese enemigo invisible y ha sido responsable de titánicas acciones como diagnóstico, atención de personas enfermas por COVID-19, vacunación a millones de compatriotas y mucho más. En medio de esta emergencia vimos como la logística mundial cambió radicalmente desde el inicio de la pandemia, lo que supuso desarrollar estrategias para garantizar que contáramos con el equipo de protección personal para todos los colaboradores, así como reactivos para
pruebas, respiradores pulmonares suficientes y vacunas. Nunca en sus 80 años de historia la Caja Costarricense de Seguro Social había enfrentado una situación sanitaria de estas dimensiones y la crisis nos obligó a reinventarnos y a crecer en
medio de la incertidumbre y el dolor que causa una carga de morbilidad de esta dimensión. Como parte de ese reto logramos en tiempo récord la reconversión del CENARE y puesta en funcionamiento del CEACO, como un centro especializado para atención de paciente COVID-19, lo que permitiría garantizar servicios hospitalarios a pacientes al lado de la red hospitalaria nacional.
En ese mismo período pudimos acelerar la puesta en operación la Torre Este del hospital Rafael Angel Calderón Guardia, la Torre Quirúrgica, conocida como CISOP, del hospital México y se adecuaron varios pabellones del hospital Nacional Psiquiátrico, al tiempo que fortalecimos con equipamiento y recurso humano toda la Caja para enfrentar esta guerra. La Junta Directiva mantuvo sesiones extraordinarias prácticamente todas las semanas para aprobar compras urgentes y apoyar la gestión de los centros médicos. Como máximo órgano institucional estuvimos siempre alertas y dispuestos a apoyar la grandiosa labor que
nuestros colaboradores estaban llevando a cabo a lo largo y ancho del territorio nacional. En un ejemplo más de gestión y acción incrementamos las unidades de cuidados intensivos como nunca antes y habilitamos camas de hospitalización en toda la red del país. Esto sin duda, marcó la diferencia en datos de mortalidad por COVID-19 en Costa Rica.