Aluminio: ingestión, absorción, excreción y toxicidad
Abstract
Objetivo: Revisar la toxicidad del aluminio (Al), haciendo seguimiento a su absorción, deposición en los tejidos, patologías relacionadas, y excreción. Cuerpo: La toxicidad del Al, conocida solo desde los años 70´s, se manifiesta especialmente en personas sometidas a diálisis con aguas de alto contenido de este metal y en pacientes con úlcera péptica que han sido tratados por largo tiempo con hidróxido de Al. El Al es responsable de enfermedades óseas, hepatobiliares y anemia. Los efectos nocivos del Al en el cerebro se deben a la inhibición de enzimas y a la deformación estructural de algunas proteínas que causan, entre otras anormalidades, acumulación de placas de aluminosilicatos amorfos en las neuronas y marañas neurofibrilares que causan encefalopatías mortales si no se tratan a tiempo. Además, se le relaciona con la enfermedad de Alzheimer, esclerosis lateral amiotrófica, síndrome de Down, y mal de Parkinson. Conclusión: En condiciones normales (personas con función renal normal, consumo balanceado de alimentos, uso moderado de drogas e ingestión de agua con niveles aceptables de Al) éste metal no constituye una amenaza para la salud.