Prevalencia de lepra en Costa Rica, de 1998-2003
Abstract
Se realizó un estudio de prevalencia de lepra durante el período 1998 al año 2003, con el objetivo de caracterizarladistribucióndeestaenfermedadenelpaís. Los casos fueron pacientes con un diagnostico de lepra o enfermedad de Hansen confirmado por un médico, que estuviera consultando en los establecimientos de salud de la Caja Costarricense Seguro Social (CCSS) durante el período de estudio y pacientes que abandonaron el tratamiento sin curarse. Se excluyeron los casos curados,fallecidos yextranjerosnoresidentesenelpaís. Mediante búsqueda activa en la CCSS se identificaron los expedientes de los pacientes de 1998 al 2003 y los reportes de laboratorio de biopsia de piel y linfa cutánea confirmados por lepra. Del Ministerio de Salud (MS) se obtuvieron los casos notificados y del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos los datos de población. Se elaboró un formulario que incluyó variables clínicas, epidemiológicas, de laboratorio y socioeconómicas. El análisis se realizó según provincia, cantón, grupos de edad y sexo. Se calculó la tasa de prevalencia, de detección de casos y porcentajes. Se identificaron, 114 expedientes en los servicios de salud pero sólo 89 casos, que representaron una prevalencia de 0,3 casos por diez mil habitantes. La enfermedad afectó a los mayores de 15 años, y a los hombres un 65% (58). Puntarenas presentó la prevalencia por provincia más alta: 0,6x10.000 habitantes (23). Todos recibieron medicamentos para el tipo lepromatoso y en el Hospital San Juan de Dios se atendieron el 60% de ellos. El 28% reingresó a los servicios. Desde 1998, el MS no había realizado investigaciones epidemiológicas de los casos, ni seguimiento a sus contactos. El personal de los servicios de salud no cuenta con protocolos, ni normas de tratamiento clínico. Costa Rica eliminó la lepra como problema de salud pública (menos de 1 caso por diez mil habitantes) desde 1995. Se recomendó iniciar inmediatamente las investigaciones epidemiológicas de los casos y contactos, implementar un plan dirigido al personal de salud y la supervisión del tratamiento y fortalecer las estrategias de eliminación para avanzar aceleradamente hacia la erradicación.